Presentación de la Colección Rizos de Agua. 24 Nov. 2011

Presentación de la Colección Rizos de Agua. 24 Nov. 2011
Presentación de la Colección Rizos de Agua. 24 Nov. 2011Biblioteca La Reina. Valencia

viernes, 2 de mayo de 2008

Luisito y las amapolas


LUISITO Y LAS AMAPOLAS

Luisito se fue con sus padres, tíos y primos a pasar el día al campo, a casa de sus abuelos, cuando llegaron lo encontró muy bonito, ya que la casa estaba situada al pie de una montaña, la cual tenía arriba en la cima un castillo en ruinas y bajo, en el prado estaba lleno de espigas y amapolas.

Al verlo todo tan rojo y verde le hizo ilusión correr por aquel prado, preguntándole a su padre:

-¿Puedo ir a jugar por el campo?-

Su padre le dijo que sí, pero que no se fuera lejos, pues se podía perder.

Corrió un ratito por aquél entorno tan bonito, y cuando se cansó se acostó en medio de las amapolas. De pronto, vio como arriba en el castillo, había un águila que estaba enseñando a volar a su polluelo, ¡Estaba emocionado!

De repente oyó a su lado un pequeño ruido, cuando volvió la mirada, vio unos pequeños duendes que lo miraban extrañados. Luisito les preguntó:

-¿Quiénes sois?-

Ellos le contestaron:

-Somos los guardianes de estos valles, y por lo que observamos te sientes feliz entre nuestras amapolas.-

El niño les dijo:

-Sí que me gustan. Yo vivo al lado del mar y todo esto es muy diferente. Allí la arena es suave, el mar es azul y las gaviotas son rosadas. Aquí el paisaje es verde y rojo, y hasta el águila que vuela allá en lo alto es de color marrón. ¡Es todo tan diferente y hermoso como el mar!-

Los duendes le dijeron:

-Te damos permiso para que lo disfrutes, pero no arranques ninguna amapola, pues estropearías el paisaje.-

El niño les contestó:

-No os preocupéis, yo nunca haría nada que os perjudicara.-

Los duendes le preguntaron:

-Tú que conoces el mar, explícanos cómo es, pues nosotros no lo hemos visto nunca.-

Entonces, Luisito empezó a explicar:

-El mar es cómo un valle inmenso, pero azul como el cielo. Cuando lo miras no sabes donde acaba el mar y empieza el cielo, sólo lo distingues por la línea recta y difuminada del horizonte. Cuando te bañas en la playa eres tan feliz que sientes cómo el agua te hace chispas en la piel cada vez que viene una ola. Otras veces, si lo miras fijamente, ves saltar los peces y en el horizonte los barcos pasan hacia el puerto.-

-¡Qué suerte tienes de poder verlo! Nosotros como somos tan pequeños nunca tendremos ocasión de visitarlo, pero al ir explicándolo en tus ojos lo hemos visto reflejado.- le dijeron los duendes. –Hoy nos has hecho muy felices, pues hemos conocido el mar.-

Se dieron la mano y se despidieron.

De repente, Luisito notó que lo movían. Eran sus padres que le decían:

-¡Qué susto nos has dado! Llevamos dos horas buscándote y no te veíamos, pues estabas durmiendo tapado por las amapolas.-

Luisito se dio cuenta que todo había sido un sueño, y sintió un poco de pena. Le hubiese gustado que fuera real, ya que se había sentido muy feliz con sus nuevos amigos.

Aunque, ¿Quién sabe si no había sido real?